El campus Concá de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), es el único que inició primero como centro de investigación y luego como campus, pues fue hasta en un segundo momento que se ofreció el bachillerato y las carreras universitarias especializadas en la región que hoy se ofertan.
En un terreno de más de 19 de hectáreas que colinda con el río Santa María, el campus de la UAQ en Concá alberga proyectos de acuicultura, agricultura, recursos naturales y ganadería.
En el campo de la acuicultura se ha explorado la reproducción de acamayas en la región, así como también la tilapia para consumo directo de los alumnos y trabajadores del campus, además, también se ha apostado por el rescate del bagre originario.
En cuanto al área que se dedica al estudio y procuración de los recursos naturales, el jardín etnobiológico es el más reciente ejemplo de una instalación dedicada a la conservación y el estudio de herbolaria medicinal propia de la zona.
Por los caminos del jardín se pueden encontrar cactáceas, plantas medicinales y árboles frutales “es un rescate cultural también de estas especies que genéticamente se han perdido, por la explotación de los recursos naturales, pero también es un espacio recreativo y de enseñanza”, refirió Adán Mercado, coordinador del campus Concá.
En el área agrícola se trabaja con distintos cultivos, como cebollas, chiles, frijol, tomatillos de milpa, maíz y girasoles, hortalizas, rábanos y fresas en vinculación con el Campus Amealco.
“En el área pecuaria tenemos una granja de conejos que manejan los alumnos de la licenciatura en producción sustentable, también tienen aves de postura, gallinas que se alimentan en libre pastoreo”, informó Mercado.
El campus también es sede de uno de los proyectos más prometedores en cuanto a sustentabilidad, se trata del comedor solidario, en el que se ofrecen menús nutritivos planeados por la nutrióloga, con ingredientes provenientes casi por completo de los mismos campos en los que trabajan alumnos e investigadores.
De acuerdo con el coordinador, ha sido laborioso cambiar por completo la manera en la que los alumnos se relacionan con la comida, así como también cambiar las prácticas para evitar generar residuos, pues ahora, cada alumno lleva sus platos, vasos y cubiertos y se encarga de dejarlos lavados para reutilizarlos.
Continuamente se escriben las experiencias del campus para que en un futuro el modelo del comedor solidario se pueda replicar en otros campus de la misma UAQ.
Fuente: Ana Karina Vázquez | Diario de Querétaro